Hoy por fin os paso la receta de las galletas para decorar, hay un montón de recetas en internet yo he probado algunas de ellas y al final me he quedado con ésta, es una mezcla de la receta del Rincón de Bea y Sugarbelle.
Ingredientes:
- 225 mantequilla a temperatura ambiente.
- 175 gr de azúcar glass
- Un huevo, yo utilizo uno de tamaño L a temperatura ambiente.
- Una cuharada de sal (unos 10 gr)
- Una cucharadita de levadura química.
- 400 gr de harina.
- Un chorrito de leche (esto ayuda a que ligue mejor la masa)
- Esencia al gusto.
Desde hace un tiempo en casa tenemos thermomix, que sinceramente me ahorra tiempo a la hora de hacer masas, pero antes lo hacía sin thermomix y como no soy una sibarita o no tengo paladar, en el sabor y en la textura no he notado la diferencia.
Mi experiencia no profesional en la cocina me dice que el sentido común es la mejor herramienta que podéis utilizar en la cocina, así que no quiero limitar la receta a tal o cual máquina ni tampoco a tiempos.
Lo primero que tenéis que hacer es batir la mantequilla con el azúcar glass hasta que vosotros veáis que tiene una textura uniforme, el siguiente paso es añadir el huevo y mezclarlo. Llega el momento de poner la esencia, y aquí sí que cada uno puede hacer lo que más le guste, en las últimas galletas que hice, utilicé esencia de caramelo y gustaron mucho. A mí personalmente me gustan los sabores de toda la vida, la vainilla, la almendra, el limón... Y las cantidades las marca el fabricante aunque reconozco que yo me guío por el olfato suele funcionarme excepto la vez que utilicé esencia de almendra amarga...
Acabamos de pasar la parte más sencilla de las galletas, ahora toca lo que realmente me saca de quicio y es el momento de estirar la masa, utilizar los cortantes y pasarlos a la bandeja del horno sin que se rompan.
La masa de las galletas de mantequilla es extremadamente delicada, la mejor forma de manipularla es cortarla en cuatro trozos envolverla en papel film y meter la masa en la nevera antes de manipularla. Esta masa se ablanda con el calor y se agrieta con facilidad, si la cortáis en trozos pequeños facilitáis mucho el trabajo.
Para hacer galletas me compré un rodillo regulable, es muy práctico para dejar la masa uniforme. Una vez tengáis extendidas la masa es hora de utilizar los cortantes, yo he perdido la cuenta de los que tengo, se ha convertido en un vicio, tengo en mente hacer una entrada sobre cortantes, porque no todos funcionan como deberían, por ejemplo en la imagen que he puesto el caballero siempre pierde la cabeza... utilizar ese cortante es una autentica tortura.
Rodillo Regulable
Normalmente estiro la masa en un tapete de silicona con un poco de harina y tengo preparadas dos bandejas de horno forradas con papel de hornear, me ayudo de una espátula para pasar las galletas del tapete a la bandeja.
La gracia de estas galletas es dejarlas "blancas" es decir estas galletas no son crujientes así que nada de tostarlas tampoco quedan bien si se os doran por los lados, para evitar esto lo que hago es hornear pocas galletas en muchas tandas, para poderlas situar todas en el centro y que queden uniformes.
Llega el momento horno, lo habremos precalentado a 180 º metemos la primera tanda y bajamos la temperatura a 170 º en 10 minutos estarán. El horno de cada uno es un mundo, yo os recomiendo que para que no se os tueste a los 8 minutos las echéis un vistazo y por su puesto si vuestro horno tiene ventilador ni se os ocurra utilizarlo que se achicharran (lo digo por experiencia). Cuando saquéis la bandeja esperad a que se enfríen porque si las retiráis a una rejilla se os romperán, según se vayan enfriando irán adquiriendo consistencia.
Y ya sólo queda decorarlas, que de eso ya os hablaré en otro momento.